martes, 3 de septiembre de 2013

"...Siempre seguí la misma dirección, la difícil, la que usa el salmón..."

         El sábado pasado, aprovechando la inaguración de la tienda de artículos de 2ª mano para bebés "De mano en mano", al ladito de casa, estuve en una charla sobre "Crianza natural y Madre de día".  En ella, Vicky nos presentaba un proyecto superinteresante y que se presenta como una alternativa, para mí, muy válida a las guarderías.  Por si queréis echarle un vistazo, en Fb tiene una página que es "El Buhico, madre de día".

         Además de los dos proyectos (el reciclaje de artículos de bebés y esta forma de educación personalizada y de calidad) cuya filosofía comparto plenamente, me encantó encontrarme en un ambiente donde no tienes que explicar y justificar tu forma de pensar y sentir, con respecto a tu embarazo, la crianza de tu hijx, las propuestas educativas que te gustan...

        Y es que, aunque debería estar acostumbrada ya al cartelico de "rara", "alternativa", "esas cosas naturales que te gustan a tí"... hay momentos en que resulta muy cansado tener que luchar contra corriente.  Y todo porque hace años que, como dice Calamaro, "...seguí la misma dirección, la difícil, la que usa el salmón".  Al menos, para un porcentaje alto de la sociedad actual.  

       Ir a contracorriente supone para mí, ser fiel a mi instinto y a lo que creo que es importante y esencial; supone poner en práctica métodos y formas de hacer las cosas (economía, salud, cosmética, comida...y un etcétera cada vez más largo) que he estudiado o que veo que otras personas hacen y me convencen los resultados y el proceso, de acuerdo con mi forma de entender la vida, en su sentido más amplio.

     Pero todo eso es válido "para mí"....no pretendo convencer a nadie.  Si me gusta explicarlo en charlas o en "petit comité", por si a alguna persona le puede picar la curiosidad o le sirve la experiencia, tal y como yo he descubierto en su momento, a través de quienes se han lanzado a la aventura y luego, lo han contado.

     Es muy reconfortante encontrar, de vez en cuando, un espacio, como me pasó el sábado, donde sientes que "haces tribu", tal y como explicó estupendamente Vicky.  Y descubrir que, cada vez más, hay una marea silenciosa de personas, especialmente mujeres, que se atreven a seguir los dictados de su instinto y ponen en marcha proyectos y formas de hacer las cosas totalmente distintas.  

     Cada vez somos más salmones, nadando a contracorriente...

         


viernes, 14 de junio de 2013

Tierra y mujer, somos una

   
  Os pasado alguna vez que os echáis a dormir con las cejas normales y levantaros, miraros en el espejo y pensar: "qué me ha ocurrido??? si yo ayer no tenía estos pelos..."??? Pues lo mismo me ha pasado a mí hoy con mi panza.
      Y es una gozada...de repente, te descubres como la mujer que describe tan certeramente mi admirada Gioconda Belli, "con curvas y pliegues y suaves hondonadas, y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos"... Desde el momento en que una rayita me confirmó que (una vez más...) había un "porotito" en mi interior, estaba esperando este momento.


      El momento en que dejas de tener cintura, no te vale nada de la ropa que siempre te has puesto y tienes que comprarte un sujetador 2 tallas más (bien!!!! y sin nada químico que lo provoque, jejejeje...).  Sé que habrá mujeres que este instante sea un trauma, incluso un drama según la relación que tengas con tu cuerpo, pero yo lo vivo con una alegría inmensa. Me cuesta más decidir qué ponerme cuando me visto, pero no me importa.
     No había llegado tan lejos en ningún otro embarazo y aunque aún nos quedan hitos importantes que pasar, como la próxima eco en que, además de si es nene o nena (que por otra parte, es lo que menos me importa), la información importante que recibes es si todo va como tiene que ir, si el desarrollo es normal, si hay alguna alteración detectable que se perciba... estoy feliz; aunque siga pasando mal rato hasta que el/ la médico/a te confirma que todo está ok, lo vivimos con tranquilidad y alegría, que era algo que habíamos olvidado.  Y  es una más de las maravillas que tenemos que agradecerle a este/a bebé/a.
     El cuerpo es tan sabio que te obliga a pararte y a que tu cerebro deje de funcionar a la velocidad que lo hacía...al menos yo he notado que no tengo ganas de hacer cosas tan mentales y que ya he empezado a olvidar cosas poco importantes.  Así que me dejo guiar y me dedico a observarme, a descansar, a disfrutar de las piernas más hinchadas y de lo que suelen decirte que es un rollo en un embarazo.  Para mí, no lo es... es el proceso natural y hermoso que las mujeres compartimos con Mamá Gaia.  
    Porque somos valles y montañas, cuevas húmedas y eriales secos, porque concebimos, gestamos somos cíclicas como ella, incluído el proceso de muerte y re-nacimiento, que siempre se nos olvida...

    Así que os comparto mi nueva imagen, con el color de la luna llena (por lo blanca que soy, jijiji...) y la orografía de la Tierra.  Espero que os guste tanto como a mí!!!!

sábado, 8 de junio de 2013

Luna Nueva y lluvia

Hoy es Luna Llena y llueve, una combinación que me encanta...me siento muy afín a la energía de esta fase lunar, en la que las energías cíclicas nos sugieren recogernos en nuestra cueva y entrar en contacto con nuestro interior más sabio, más sutil, más transmutador.  Dejar marchar, soltar, despedirnos...y sembrar, pensar en qué queremos co-crear, qué necesitamos gestar y criar...

En los días previos a Luna Llena siempre sueño mucho y de manera más nítida, puedo traer al plano físico la intensa vida onírica que tengo en esas noches y siempre traen alguna lección que aprender, o más bien, que recordar.

En este tiempo, me siento más cercana a esta energía, independientemente de la fase lunar que haya, creo que debido al embarazo.  Siento que tengo que conectarme con mi sabiduría interna y con el/la bebé; los días que salgo y hago cosas en el exterior, cuando regreso a casa, necesito dedicarnos unos minutos a relajarnos tumbadit@s y re-conectarnos con esa oscuridad, con la cueva húmeda y acogedora que necesitamos para conocernos y sentirnos...

La lluvia también me gusta, a pesar de la mala prensa que está teniendo en esta primavera (demasiados días sin sol y con ganas de él...)  Limpia, renueva, igual que la Luna Nueva...  Deja una pátina de brillo y un olor a limpio y fresco.

Así que esta Luna viene con regalito doble, al menos para quienes nos gusta esa combinación.

viernes, 18 de enero de 2013

Dejar de ser una escarabaja...

     A pesar de ser una mujer consciente, de saber que cuando más nerviosa se pone una más hay que confiar, de haber experimentado en primera persona la riqueza y abundancia del Universo...hay días (y noches!!!) en los que me siento -y sospecho que todas...- "escarabaja". Me explico.  

  Hay momentos en la vida en que parece que estoy subiendo un pendiente de 90º de desnivel empujando una pelotita de caca... Una pelotita que se va haciendo cada vez más grande y que, cada tanto, al tropezar con una piedra del camino, me cae encima.  Me llena de basura y además, me hace retroceder como a Sísifo y volver a empezar...Y así llevo ya unos cuantos meses, por no decir años.

     Es muy feo sentirse "escarabaja"...Esforzarse con toda la fuerza de tus patitas para que tu pelota, aunque sea de mierda, sea una pelota como debe ser: redondita y homogénea, que ruede como tiene que rodar. Ser "escarabaja" es sentir que nadie repara en tus esfuerzos, en tu belleza -ni interior ni exterior- , en tus antenas... Es sentir que no le importas a nadie y que, cuando repartieron la suerte, tú estabas "a verlas venir", mirando para otro lado. ¡¡¡Que levante la mano quien no se ha sentido así alguna vez!!!

   Yo sí, muchas veces.  Y antes me deprimía enormemente, porque pensaba que si el destino es ser "escarabaja", pues había que aceptarlo y ya está. 

   Ahora sé que no es así, que cada unx de nosotrxs escribimos cada día la vida que queremos vivir; que somos responsables de que nuestros sueños se cumplan o no.  

   Pero no hay que olvidar que hay un porcentaje en el que no tenemos posibilidad de intervenir. Que son o no son, por mucho que nos empeñemos en ello.  Y suelen ser cuestiones muy importantes y que nos quitan el sueño...Quizás por eso nos sentimos "escarabajas" o cualquier otro bichito que no cause muchas simpatías.

   Yo, por si acaso y para recordarme que los malos tiempos también pasan, he decidido, en este momento, aquí y ahora, dejar de sentirme "escarabaja" y convertirme en "mariposa", que al menos van volando y no hay cuesta que se le resista.